En la noche del 18 de septiembre de 2017, nosotres, ex-gendarmes de la unidad de gendarmería móvil 41/2, decidimos colectivamente prenderle fuego a tres furgonetas de la Gendarmería móvil, aparcadas en el complejo del cuartel de Jourdan en Limoges.
Con este acto estamos dejando la Gendarmería para siempre.
También queremos enviar toda nuestra solidaridad a aquellas acusadas en el caso del coche de policía quemado en la calle Valmy, cuyo juicio empieza hoy, 19 de septiembre, en París.
Estamos dejando la Gendarmería porque no queremos seguir matando, mutilando, reprimiendo, controlando, obedeciendo.
Tras el asesinato de Rémi Fraisse* nos reunimos para debatir sobre el significado de nuestro trabajo como Gendarmes móviles.
La muerte de Adama Traoré** confirmó nuestras dudas sobre el significado de nuestras tareas.
Ya no queremos apalear manifestantes durante las manifestaciones.
Ya no queremos aterrorizar a les habitantes de Nueva Caledonia y Guiana.
Ya no queremos ser guardias en las salas del juzgado.
Ya no queremos servir en el ejército de ocupación de las banlieues y las ex-colonias.
Ya no queremos obedecer a políticos o actuar como el brazo armado del capitalismo.
Ya no queremos ningún jefe en absoluto.
Nuestro cuartel es una prisión, y este motín es un primer paso hacia la conquista de nuestra libertad.
Llamamos a todes nuestres colegas, que pudieron contemplar el fuego de anoche desde lo alto de sus habitaciones, a unirse a nosotros.
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RAGE – Révolte Anarchiste des Gendarmes Exilés (Revuelta Anarquista de Gendarmes Exiliados)
Notas de Traducción:
* Rémi Fraisse fue un compañero y activista anarquista y ecologista que fue asesinado por la policía francesa durante unas protestas en Testet, Occitania, contra la construcción de un embalse en los bosques y humedales de Sivens en octubre de 2014. El compañero tenía 21 años. Su muerte se produjo tras ser alcanzado de lleno en la espalda por una granada aturdidora lanzada por la policía.
** Adama Traoré fue un joven negro asesinado por la policía francesa en Beaumont-sur-Oise, la pequeña ciudad al norte de París donde vivía, en julio de 2016. Adama iba con su hermano por la calle para celebrar su 24 cumpleaños cuando se encontraron con una patrulla policial que según los maderos se encontraban buscando al hermano de Adama. Los maderos no dudaron en parar e increpar a dos jóvenes negros del suburbio. Como Adama no llevaba su carné de identidad encima fue llevado a comisaría, donde horas más tarde y según la policía “apareció muerto”. La policía alegó en un primer momento que la muerte se había producido por un supuesto infarto, pero la segunda autopsia desmintió esta versión, y las siguientes versiones policiales no dejaron de contradecirse. Adama es otra de las cientos de personas racializadas, o pobres, o trans, o sin techo, o activistas que “aparecieron muertas” (fueron asesinadas) en dependencias policiales.
*** Juego de palabras entre la palabra “Rage” (rabia, ira) y el acrónimo de Revuelta Anarquista de Gendarmes Exiliados.
[Traducción: La Rebelión de las Palabras]
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