En mayo, nosotros también hicimos lo que nos gustó. Le prendimos fuego a una antena de retransmisión.
Queríamos participar en la ola alegre que se ha extendido en todo el mundo contra la tecnología. A veces, a través de la voz de los medios, el poder elige no hablar sobre ciertas cosas, por varias razones; eso es lo que sucedió en este caso y nos hace esperar que se llevaran a cabo numerosas acciones no denunciadas y no reclamadas contra la dominación durante este período.
Está claro que los operadores telefónicos están involucrados activamente en el buen funcionamiento del orden capitalista. Durante mucho tiempo, las antenas de retransmisión han sido importantes herramientas represivas para monitorear y controlar las comunicaciones y el movimiento. Y cuando el Estado decide que la única forma de comunicación permitida debe ser virtual, la importancia de la tecnología aumenta aún más. De hecho, nuestro deseo de atacarlos también.
Fue posible preparar este ataque en un período en que el Estado, los ciudadanos, intentaron evitar que saliéramos. Nos hizo felices encontrar eso cuando la red se está cerrando, a pesar de que todo se abre.
Enviamos toda nuestra solidaridad a los afectados por la represión, ya sea encarcelados, electrónicamente acelerados, bajo control judicial, vigilancia o buscados.
Solidaridad con los anarquistas atacados por la operación Bialystok.
[Traducción: ContraMadriz]
