En la noche entre el 10 y el 11 de diciembre, manos indóciles (y equipadas con recalcitrantes encendedores) prendieron fuego a varios vehículos de los servicios municipales, escondidos tras una alta puerta en la calle Jacques Hébert en Marsella.
Eclipsaron el momento en el que la noche empezaba a iluminarse.
Hay numerosas razones, y maneras, para golpear al ayuntamiento… y a todo lo demás.
Cada cual evaluará.
¡Libertad!
[Traducción: La Rebelión de las Palabras]