La solidaridad con nuestros compañeros y compañeras en prisión es algo fundamental. Y si esa es una práctica constante, día a día, nos gusta la idea de una campaña internacional para recordarlxs. Una solidaridad que debe ser más que palabras, más que de colores y de las testimonianzas.
En la noche del 24 al 25 de agosto, en el pasaje de Lagny, en París, hemos dado fuego a una furgoneta de Eiffage, una empresa tristemente conocida por la construcción de cárceles (y la gran prisión al aire libre: estas ciudades cada vez más vigiladas e inhumanas).
Esta pequeña acción no es más que una gota de agua en el mar, frente a este mundo de autoridad y de explotación. No cambia casi nada en su funcionamiento y pronto será olvidada. Pero, además del hecho de que Eiffage es atacado regularmente, en París o en cualquier otro lugar, aquello que cuenta para nosotrxs es la voluntad de no aceptar este estado de cosas, de actuar con nuestros medios, de decirnos y de decir a lxs demás que es posible. Si luchamos, es por la dignidad.
¡Solidaridad con lxs anarquistas presxs en las prisiones de los distintos estados del mundo!
Un pensamiento particular para Mónica y Francisco, en Chile.
La solidaridad es el ataque
Fuego a las cárceles, a quienes las construyen, a quienes las hacen existir.
Anarquistas
[Traducción: Contra Madriz]