En la noche entre el 4 y el 5 de mayo [2020], las ventanas del banco Crédit Agricol en la avenue des Minimes estaban rotas o llenas de disparos, mientras que una inscripción indicaba: «macronavirus, crisis, STOP?».
En Toulouse, hace unas semanas, los medios de comunicación denunciaron el macronavirus, causando represión desinhibida.
Sin embargo, el macronavirus, muy real, es solo una de las mutaciones de una cepa viral mucho más depredadora, que se extiende por todo el planeta: el capitalismo.
Esto aprovecha la crisis de salud del nuevo coronavirus, las medidas de encierro liberticidas y la crisis económica que provoca, para llevar a cabo una profunda reestructuración.
Los miles de millones de euros otorgados por el estado a los bancos y grandes empresas nos condenan a más y más explotación, más y más miseria y control, si es posible digitalizados.
En el Líbano, los alborotadores no se equivocaron. Han identificado claramente a los bancos entre los responsables de la degradación de sus condiciones de existencia, atacándolos y prendiéndoles fuego, dañándolos, haciéndolos vilipendiar con sus consignas.
Realmente es hora de actuar, ¡eliminemos lo que infecta nuestras vidas!
descontaminación
[Traducción: Anarquía.info]