19.8.19, eran las 1:36 de la mañana cuando los bomberos fueron llamados desde el garaje de vehículos pesados de Volvo en Scherwiller (Bajo Rin). Un incendio había destruido cuatro autobuses dentro. Al extenderse, dañó también un quinto autobús, que no quedó inutilizable, así como la parte trasera de un camión. El gerente fue despertado en mitad de la noche y temió que el fuego alcanzase más grandes vehículos en el aparcamiento y el edificio. Cinco mangueras fueron desplegadas para apagar el fuego.
Nadie fue heride, pero el daño material asciende a 2 millones de euros. Uno de los buses tuvo que ser remolcado por una empresa este lunes por la mañana. La Gendarmería ha abierto una investigación y está actualmente analizando las imágenes de videovigilancia. “No se excluye ninguna pista, tanto si apunta a un incendio accidental o a un hecho criminal”, pero es difícil no ver una conexión con un incendio anterior: una docena de buses fueron incendiados en las cercanías en 2015.
[Traducido para La Rebelión de las Palabras]