En la noche del domingo al lunes, camiones fueron el objetivo en el recinto de la compañía “Vegam – Vern Foods” que produce pienso para animales.
Esta compañía fue atacada porque es un engranaje en la máquina de la explotación animal y también en la domesticación de la vida.
Es este sistema, que siempre coloca a les humanes en el centro de los intereses, lo que queremos destruir.
Es también un ataque a la propiedad privada de la cual granjeres/criadores son garantes. Sólo date un paseo fuera de las metrópolis para darte cuenta de que el “campo” no está menos controlado, desinfectado y organizado sobre las perspectivas de ser explotado. Hay incontables kilómetros de alambre de espino, espacios parcelados, el encierro y obstaculización de seres vivos.
Con el desarrollo de la ciencia y de la tecnología, este proceso de domesticación está llegando más y más lejos. Un paso más en la transformación de los seres vivos en mercancías.
Creemos que incluso la alimentación autogestionada a una escala “más humana”* o “respetando” al animal, contiene demasiado de los buenos y viejos valores tradicionales. Y esa situación de no confinamiento nos deja indiferentes, tanto si es mediante la cría intensiva o en un proyecto de alimentación autosuficiente.
Obviamente, todo lo que hace falta para quemar un camión es un artefacto incendiario (una botella de 1.5 l de combustible con un cubo de mecheros adherido a ella) colocada bajo una de las ruedas frontales
Tanto si es eso o alguna otra cosa, objetivos no faltan, hay muchas cosas para destruír.
Elegimos escribir esto para que así este acto se entienda tal y como fue concebido, y que no haya reapropiación. Y porque cuando las acciones nos afectan, nos encanta saber que aquelles que las llevaron a cabo tienen razones como las que tienen sentido para nosotres. Y finalmente, para transmitir técnicas.
Sin embargo, mientras que comunicamos este acto, queremos decir que también llevamos a cabo otros ataques no revelados todavía en nuestras vidas diarias; ataques a nuestras construcciones personales opresivas (que aun estamos lejos de superar), respuestas a agresiones, intentos de destruir las normas de un modo diferente, apoyo a aquelles cercanes a nosotres y que nos permiten a nosotres ser apoyades para destruir las relaciones competitivas que quisieron imponernos, etc… Y cuando la energía personal y colectiva lo permite, también queremos destruir equipamientos y dañar a las personas que mantienen y participan de una lógica que nos está aplastando.
Mandamos calor a todes aquelles que se reconozcan a sí mismes en estos actos e ideas y que comparten el deseo de extenderlas.
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Nota de Traducción de La Rebelión de las Palabras: Donde se refiere a una alimentación autogestionada “más humana”, la frase en inglés era “We believe that even self-managed breeding on a humane scale or in “respect” of the animal…”. Para una mayor claridad, decir que el concepto “humane” se refiere a supuestas formas más “compasivas” o presuntamente más “humanitarias”, cumpliendo con los requisitos de supuesto “respeto a los animales” que se estipulan en las normativas correspondientes. Sin embargo, para aquelles que asumimos un planteamiento antiespecista, no existe ni puede existir ningún encierro o explotación de animales “más humana”, y de hecho, tanto los animales de cría “mejor” y “humana” como los que forman parte de grandes cadenas de producción industrial terminan en el mismo sitio: el matadero.
[Traducción: La Rebelión de las Palabras desde Act for Freedom Now!]